Hace 3 años
lunes, 18 de agosto de 2008
Lecciones de urbanidad.
Cultive buenas maneras
para sus malos ejemplos
si no quiere que sus pares
le señalen con el dedo.
Cubra sus bajos instintos
con una piel de cordero.
el hábito no hace al monje,
pero da el pego.
Muestrese en público cordial,
atento, considerado,
cortés, cumplido, educado,
solícito y servicial.
Y cuando la cague haga el favor,
de engalanar la boñiga.
que, admirado, el mundo diga:
“Qué lindo caga el señor”.
Hágame caso y tome ya
lecciones de urbanidad.
Tenga a mano una sonrisa,
cuando atice el varapalo.
Reparta malas noticias,
envueltas para regalo.
Dígale al mundo con flores
que va a arrasar el planeta.
Firme sentencias de muerte,
pero con buena letra.
Ponga por testigo a Dios
y mienta convincentemente.
Haga formar a la gente,
pero sin alzar la voz.
Que a simple no se ve
el charol de sus entrañas.
Las apariencias engañan
en beneficio de usted.
Hágame caso y tome ya
lecciones de urbanidad.
Cultive buenas maneras
donde esconder sus pecados.
Vista su mona de seda
y compruebe el resultado.
Que usted será lo que sea
-escoria de los mortales-
un perfecto desalmado,
pero con buenos modales.
Insulte con educación,
robe delicadamente,
asesine limpiamente
y time con distinción.
Calumnie pero sin faltar,
traicione con elegancia,
perfume su repugnancia
con exquisita urbanidad.
domingo, 17 de agosto de 2008
miércoles, 13 de agosto de 2008
domingo, 10 de agosto de 2008
miércoles, 6 de agosto de 2008
Triste decálogo sui generis para una literatura pedorra.
1- Léase: ordinaria literatura.
2- Sobre temas ordinarios, de todos los días.
3- Cuestiones hiperfrecuentes con las que cualquier Sánchez se encuentra más de lo que quisiera.
4- Cuestiones que inundan la vida de cualquier Sánchez, a las que sin embargo a ningún Sánchez desearía, ni remotamente, hacer referencia.
5- Esas cosas de las que ningún Sánchez quisiera hablar, escuchar, leer, mucho menos escribir...
6- Esas cosas que, cual basurita, los Sánchez tienden a güardar debajo de la alfombra porque le hacen sentir miserable.
7- Miserias en la vida de un Sánchez...
o mejor dicho, eso que pone a cualquiera en el lugar de un Sánchez.
2- Sobre temas ordinarios, de todos los días.
3- Cuestiones hiperfrecuentes con las que cualquier Sánchez se encuentra más de lo que quisiera.
4- Cuestiones que inundan la vida de cualquier Sánchez, a las que sin embargo a ningún Sánchez desearía, ni remotamente, hacer referencia.
5- Esas cosas de las que ningún Sánchez quisiera hablar, escuchar, leer, mucho menos escribir...
6- Esas cosas que, cual basurita, los Sánchez tienden a güardar debajo de la alfombra porque le hacen sentir miserable.
7- Miserias en la vida de un Sánchez...
o mejor dicho, eso que pone a cualquiera en el lugar de un Sánchez.
martes, 5 de agosto de 2008
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