lunes, 23 de febrero de 2009

Julio se anda pareciendo cada vez más a la muerte, la parca lo está poseyendo a pasos agigantados, ha dejado de ser el galán de los hogares de las misioneras que se pelean en la sacristía por recaudar la limosna en la misa para gozar de la bendición extra que les da él a quienes sonríe. Los 70 años peronistas le van haciendo efecto.