domingo, 27 de septiembre de 2009

En algún lugar de Ingeniero Maschwitz

El solar no dice nada, no se explica uno porqué aparece alambrado un terreno “sin valor” como ese. No hay razón para que haya vigilancia en el lugar, “no hay nada que cuidar”. Viajamos tanto hasta allí¡ caminamos tanto¡…y no hay nada… o parece no haberlo.

Los hombres de seguridad son paisanos, siempre hay “uno de nosotros” dando vueltas, estamos por cualquier parte, en todos lados, nos mimetizamos o nos reconocemos, pero estamos, solo hace falta querer vernos. Los paisanos a veces hacen oídos sordos cuando escuchan su lengua entre los que recién llegamos, pero el bichito de la curiosidad… o la melancolía, les pica, inevitablemente, en algún momento, la tarde es larga, hay olorcito a chipa, a ají picante, a torta frita…imposible no añorar “lo de uno” en medio de ese panorama.

Los “reverendos”… nos rodean y nos hablan en nombre de la iglesia… nos señalan lo que es de ellos y lo que no es nuestro, nos delimitan el camino… en algún lugar de Ingeniero Maschwitz…pero no nos devuelven al camino, nos mueven a permanecer, permanecer solamente, allí, hacer presencia… Impensable, para ellos imaginar que uno de nosotros, un negrito, pueda comprender lo que balbucean en inglés, les contestamos en su lengua, y el opus dei se queda sin argumentos, no hay ni policía, ni amigos inmobiliarios, ni conocidos políticos, ni negociados de por medio entre todos ellos que impidan que comprendamos su lengua, que nos defendamos en su lengua si es necesario, que defendamos “lo nuestro, lo de todos” en las lenguas que hagan falta… permanecer es la clave, hacer presencia, dialogar…

Es difícil creer que en algún lugar de Ingeniero Maschwitz los abuelos de los abuelos de nuestros abuelos se reunían a “fumar la pipa de la paz” entre los del norte y los del sur, los del medio y los del costado… en quechua, en güaraní, en mapudungun, en chané…increíble pensar que en nombre de la “modernidad” los nuevos ricos sin pasado, ahoguen debajo de los cimientos de algún countrie los huesos que son parte de nuestras memorias…

Melina

Viernes 25 de septiembre de 2009

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